El Big Data llega a la política. No, no es un titular ficticio. En los últimos días diversos medios de comunicación españoles se han hecho eco de una curiosa noticia. A partir del próximo mes de mayo los partidos políticos podrán recopilar información sobre las opiniones políticas de los ciudadanos.
¿Qué puede implicar este cambio? ¿Estás protegido? En el siguiente post trataremos de responder a algunas de las dudas que, como votante, te interesan.
En toda buena estrategia de marketing, es necesario en primer lugar segmentar a tu audiencia. En el ámbito político sucede algo parecido. Gracias a Big Data los partidos pueden conocer un poco mejor a su público potencial, es decir, a sus votantes. Algunos de los beneficios de Big Data son los siguientes:
Predice el compartamiento electoral de la audiencia.
Permite segmentar.
Extrae los gustos e intereses de nuestra audiencia, pudiendo realizar así programas políticos que satisfagan las necesidades de los potenciales electores.
Mide las opiniones sobre problemas que importan, como es la realidad socio-económica del país así como las tendencias culturales de la población.
Permite la personalización de las campañas electorales.
Provocan una mayor interacción entre los partidos políticos y la población votante.
Cambridge Analytica es una empresa de tratamiento de datos que fue fundada en 2013. Una de las principales razones por las que es conocida esta organización es por la polémica que se filtró el pasado mes de marzo. Cambridge Analytica utilizó datos de usuarios estadounidenses de Facebook sin el consentimiento de los mismos con fines políticos. Estos datos fueron revendidos y utilizados finalmente en la última campaña electoral norteamericana. También tuvo una gran influencia en la campaña a favor de la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea (conocida como Brexit).
En el siguiente vídeo podrás comprobar cómo se desarrolló este terrible caso que dejó en evidencia el uso de Big Data:
Gracias a Big Data, los partidos políticos pueden intentar adaptar sus ideales al de sus votantes. Hay que recordar que estos datos dan una idea general de cuáles son los miedos y retos del potencial elector. Por lo tanto, al igual que toda empresa, los partidos venden a su público el producto que mejor se adapta a sus necesidades (políticas en este caso).
Teniendo en cuenta esta reflexión, créemos que sí se puede lograr una victoria electoral gracias a esta tecnología.
Big Data se ha convertido en esencial en toda campaña política que se precie y es una vía ideal para conocer al electorado. Solamente queda preguntarnos… ¿cuál será su fecha de caducidad?